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Ponencias

ABSTRACT PONENCIAS

FedericoGarcía Lorca en Cuba: vivencias personales y literarias. Su huella

CarmenAlemany Bay (Universidad de Alicante)

La estancia de Federico GarcíaLorca en Cuba fue más impactante de lo esperado, tanto para el poeta como paraaquellos intelectuales que entablaron amistad con él. En nuestra disertación,haremos un recorrido por La Habana que sigue recordando a García Lorca,hablaremos de las relaciones que mantuvo con escritores cubanos, de lainfluencia de lo popular cubano en su teoría del duende y, finalmente, de lahuella que ha dejado en los poetas de aquellas tierras.


LA BARRACA: AYER Y HOY DE UNA UTOPÍA TEATRAL

Javier Huerta (Universidad Complutense de Madrid)

 A fines de 1931 la Unión Federal de Estudiantes Hispanos, queagrupaba fundamentalmente a estudiantes de la Universidad Central de Madrid,decide fundar un Teatro Universitario, para cuya dirección solicitan lacolaboración de Eduardo Ugarte y Federico García Lorca. Se inicia así una delas aventuras culturales más fascinantes de las que alentó la SegundaRepública. La Barraca y su repertorio van unidos indefectiblemente al nombre deGarcía Lorca, responsable del repertorio programado, pero también al de losestudiantes que, con generosidad, se subieron a este renovado carro de Talíapara llevar por los pueblos de España el teatro de nuestros clásicos del Siglode Oro. Hoy, pasados los años, el proyecto “Las huellas de La Barraca” pretenderevivir aquel memorable acontecimiento.

LA BARRACA: CRÓNICA DE LA RECUPERACIÓN DE UN PROYECTO

César Oliva (Director de Las Huellas de La Barraca)

En 2006 se cumplían 75 años de laproclamación de la II República Española. Por tal motivo, la entonces llamadaSociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales quiso rendir homenaje a la laborllevada a cabo en el campo de la cultura durante aquella década de los treinta.Para eso organizó una gran Exposición sobre Misiones Pedagógicas, en la que elmundo de la escena tuvo lugar preferente, e inició un proyecto que rememorarala labor que Federico García Lorca había desarrollado con su teatrouniversitario La Barraca. Esta segunda iniciativa se organizó con el nombre deLas Rutas de La Barraca. El proyecto trataba de imitar la labor iniciada en1932. Para hacer posible ese renacer de La Barraca había que contar con gruposde estudiantes universitarios que quisieran ir por los mismos caminos queabrieron los fundadores de aquél mítico elenco. Y se hizo seleccionado cuatrode las diversas compañías que desarrollaban su labor en las aulas del reciéniniciado siglo XXI. El éxito de la experiencia fue tal que al año siguiente,2007, se pasó a denominarla Las Huellas de la Barraca, pues había que seguirlos pasos que caracterizaron el quehacer de una serie de jóvenes que intentaronllevar el teatro clásicos a todos los rincones y pueblos de España.

En los primeros seis años de vida hanparticipado en el proyecto dieciséis grupos en un total de 31 giras, ya quealgunos de ellos lo han hecho en más de una ocasión. El total de estudiantes,actores y técnicos participantes, sobrepasa la cifra de 300. Y el de lugaresvisitados para actuar, si hasta 2010 eran exactamente 352, con las cifras de2011 se rebasará con creces los 500.

Agustín Penón, Granada 1955-1956

Isabel Martínez Reverte (periodista de investigación)

La historia delasesinato de Federico García Lorca es siempre un tema apasionante por lo querepresenta de la sinrazón de la guerra y de sus víctimas inocentes. Este año secumple además el setenta y cinco aniversario del comienzo de la Guerra Civil, la queprovocó un golpe de Estado en julio de 1936, con sus secuelas de represión,exilio y los esfuerzos hechos por el bando vencedor de hacer olvidar ydesaparecer a los simpatizantes del bando republicano.

García  Lorca es un poeta que ha cautivado laimaginación popular, no sólo en España, sino en todo el mundo. Por su profundolirismo y por sus  imágenes, que a pesarde su osadía poética pueden comprender todos y traspasan  las barreras de la diferencia idiomática. Por ello no es arriesgado decirque Lorca es el poeta español más conocido fuera de España, y su muerte y elparadero de su cadáver un misterio que apasiona más de 75 años después. Sesupone que García Lorca está enterrado bajo un olivo, en cualquier lugar delbarranco de Víznar.

Desde sudesaparición han sido muchos los intelectuales que se han sentido fascinadospor la historia de sus últimos días de vida. Primero llegaron los franceses eingleses. Creo que fue Marcelle Laffranque, la hispanista que encontró muchasde sus cartas.

Luego llegó elperiodista de Le Figaro Litteraire,Claude Couffon, quien escribió un reportaje unos años más tarde que provocaronlas iras de la Diplomaciaespañola. Por esos años Lorca no había sido rehabilitado por el Régimen yFranco no permitía insinuar nada del trágico destino del poeta.

Fue el inglésGerald Brenan quien descubrió que Lorca había sido asesinado en algún lugar cercade Víznar, un pueblo cercano a Granada. Lo publicó en su excelente libro deviajes por España titulado LA FAZ DE ESPAÑA. En el capítulo dedicado aGranada, Brenan reflexiona sobre una ciudad que tantas veces había visitado: “Esteera el Albahicín tal como acostumbraba a ser y sin embargo por qué parecía tancambiado, tan distinto? Mientras permanecía allí sentado escuchando el canto delos gallos, me llegó la respuesta: Esta era una ciudad que había matado a supoeta…. Desde ese momento todos los que vinieron a Granada en busca derespuestas  dijeron sentir  una emoción semejante”.

¿Por qué fuedetenido y fusilado Federico García Lorca, un republicano sin filiaciónpartidista? ¿Hubo una denuncia tan poderosa que pasó por encima de  la protección que le brindaba el altodirigente de Falange  José Rosales? ¿Fuesu condición homosexual determinante en la muerte? ¿Influyeron rencillasfamiliares alimentadas en asfixiantes ambientes provincianos? ¿Despertaba suéxito una envidia capaz de cargar las armas que lo mataron? ¿Fue su cadáverdesenterrado y vuelto a inhumar?

Son preguntas quemuchos nos hemos hecho y a las que un grupo de periodistas y yo hemos tratadode dar respuesta en un buen número de reportajes  para Televisión Española. Fue durante larealización de uno de estos trabajos, emitido en Informe Semanal en 2006,  cuando oímos hablar de Agustín Penón a Juande Loxa,  granadino y director durantemuchos años de la Casa Museo de Fuentevaqueros.

 Juan de Loxa nospuso en contacto con Marta Osorio, la depositaria de la maleta de Agustín Penóny a partir de entonces he intentado dar a conocer todo que Marta cuenta en suimpresionante libro Miedo, olvido yfantasía.

NUEVAYORK EN UN POETA: METRÓPOLIS Y LOGOS

JOSÉ RAMÓN RIPOLL (escritor)

 En el año 1929, Lorca emprende un viaje a la ciudad donde “lasaristas suben al cielo sin voluntad de nube ni voluntad de gloria”. Enprincipio y sin conocerla, Nueva York le parece horrible y por eso mismo se va.Siente además “un gran deseo de escribir, un amor irrefrenable por la poesía,por el verso puro que llena mi alma todavía estremecida como un pequeñoantílope por las últimas brutales flechas”. Allí, tan alejado de su familia yde las fuentes de Granada, se enfrenta con un mundo desconocido, frío, radicaly, al mismo tiempo, atractivo: “Nada  máspoético y terrible que la lucha de los rascacielos con el cielo que los cubre.”Allí descubrió la soledad con mayúsculas y compuso uno de los más asombrosospoemarios de la lengua española. Sin embargo, Poeta en Nueva York no es sólo el resultado del impacto que la granciudad produce en la mirada de un escritor provinciano que abre sus ojos a lasnuevas formas y opta por un discurso distinto para plasmar imágenes insólitas.La visión lorquiana de la gran ciudad no hubiese sido posible sin su anteriordesarrollo metafórico, ni sin su misteriosa palabra racial. En definitiva, essu logos poético quien otorga entidad a la metrópolis, hasta el punto deidentificarla para el resto del mundo a través de un nombrar que le viene alpoeta de su infancia y su ámbito, latente ya en Libro de poemas y presencial en Poemadel cante jondo o Romancero gitano.

 

El otro amor de Federico: Lorca en laficción

Reina Roffé (escritora)

Resultanprácticamente innumerables las películas, documentales, incluso obrasteatrales, y series televisivas dedicadas a presentar las distintas instanciasde la vida de García Lorca y, sobre todo, aquellas relacionadas con su trágicamuerte. Su figura ha sido representada exhaustivamente en una suerte de ficciónaudiovisual que lo rescata como personaje histórico y lo sitúa como un mártirde la causa republicana, como una leyenda del siglo XX. Y a pesar de estaprofusión, se echaba de menos, al menos así me pareció, novelar a Lorca,llevarlo a la novela en uno de sus tramos más fulgurantes, su viaje al Río de la Plata, donde experimentó momentos muyaltos, días que no pudieron ser para él más felices y promisorios. Entre BuenosAires y el poeta se tiende una doble vía por donde discurre la mirada enamoradade Lorca por la ciudad porteña y la apropiación que hace Buenos Aires del poetagranadino que, a 75 años de su muerte, todavía persiste. Tanto es así que hastael día de hoy la visita del autor de Bodasde sangre se recuerda como un capítulo central de la historia cultural delRío de Plata. En este contexto, transcurre su travesía en la que se vanrevelando desde los pequeños a los grandes misterios que rodearon al poeta deluces, pero también de sombras que nunca lo abandonan.

Lorca desde la Avenida de Mayo

Milagros Salvador  (escritora)

La Avenida de Mayo es  unaespaciosa  y clásica calle  de Buenos Aires, dentro del barrio másespañol de la ciudad, en el que muchas de sus esquinas nos traen a lamemoria  ese ambiente  familiar de lo conocido, el espacio de vidaque conoció  Lorca en su encuentro  con la ciudad porteña y portentosa en laépoca del viaje del poeta. Ciudad brillante y poderosa que  estaba fructificando en el período de entre guerras, adornada conlas mejores galas del arte modernista, europeoy universal, que dejaría tan significativos vestigios, de una pomposidad que aún hoy nos mueven  por su belleza.

La Avenida de Mayo, no era la primera vez que acogía con febrilentusiasmo la hazaña de un español, que en1926,  había sido también testigo de la delirante muchedumbre “que lapolicía  pudo  contenerla a duras penas, y no logró evitarlas lesiones que los abrazos y apretones de manos causaran en los protagonistas,” como cuentanlas noticias de la época.

El siglo XX había comenzado para España con heridas en la piel de suhistoria, y  puedo añadir que tambiénen  el corazón. Como  la pérdida de Cuba, la sangrienta guerra conMarruecos, la dictadura del general Primo de Rivera, el comportamiento de lamonarquía, … la decadencia y la desilusión que escritores habían hecho resonaren sus escritos, y como contrapartida, el florecimiento individual de denombres  importantísimos para la culturao la ciencia. Una constante que con la vertiente del exilio merece  la consideración de los que ahora vivimos.

Y en la avenida de Mayo se encuentra el Hotel Castelar, construido con los cánones de una época, elhotel en el que se  hospedó nuestro poetay que con una placa en su fachada, hoy recuerda al paseante y al curioso la cita deltiempo con el eminente español.

En la actualidad, la habitación 324 en la que se alojó, ha sidoremodelada, con el cuidado que en ella han puesto sus dueños.

En el año 1933 Lorca ha llegado a la Argentina, procedente de Montevideo,cerrando así el triángulo de las importantes ciudades que dejarán poso en elpensamiento del autor y en su obra, las ciudades americanas mássignificativas de la época.

Lorca y Zalamea: viajes interiores

Consuelo Triviño Anzola (escritora)

Esta ponencia gira en torno a la correspondencia entre Federico García Lorca y el colombiano Jorge Zalamea (1905-1969), figura destacada de la generación de los Nuevos. El encuentro con Lorca fue para Zalamea una de las experiencias más importantes de su vida. En las cinco cartas dirigidas a él, recogidas en la correspondencia de Lorca, se pone en evidencia la cercanía entre estos dos escritores, la riqueza de su relación. A partir de estos breves textos se pueden establecer puntos de contacto respecto a sus concepciones estéticas y a la función que le asignan a la poesía, en tanto acto de comunicación, lo que aquí se contrasta a partir de sus respectivos ensayos sobre poesía y arte.

Lorca y la poetización de la ciudad industrial

Darío Villanueva  (RAE)

Elviaje de Federico García Lorca a Nueva York en el verano de 1929 y su estancia allí hasta principios de 1930 significó el encuentro del poeta, cuyo gran éxito acababa de ser el ROMANCERO GITANO, con un tema nuevo para la poesía: el de la ciudad industrial.

El resultado será uno de los libros fundamentales de la lírica española contemporánea, POETA EN NUEVA YORK, que Federico estaba a punto de enviar a la imprenta en 1936 y se publicarán póstumamente, en español e inglés, en 1945.

Aunque Lorca dedique uno de sus poemas a Walt Whitman, su visión de la gran ciudad se aleja por completo de la poetización de la misma en clave de optimismo futurista que caracteriza al bardo de Paumanok. Nuestro escritor se acerca más al pesimismo humanista y la crítica de la metrópolis que procede de la otra gran tradición al respecto, la
representada por Charles Baudelaire.

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